La Arquidiócesis de Popayán es una institución con 472 años de experiencia, creada en 1546con una finalidad educativa. Los hombres allí educados son reconocidos en el ámbito nacional como próceres, artistas y presidentes de la Republica.
Es importante conocer, que la experiencia, trabajo y extraordinarios resultados de esta Institución, han permitido consolidar a dicha organización como un ente de ayuda a nivel regional, que ha logrado fortalecer sus procesos de la mano de los estamentos del Estado, con el único objetivo de contribuir al desarrollo, bienestar y progreso de la población.
Es por lo anterior que desde el año 2012, dicha organización, ha acompañado a la Gobernación del Cauca, en la cobertura de la enseñanza, con programas que cada año pretenden mejorar las estrategias de crecimiento pedagógico en zonas distantes y de difícil acceso.
Esta alianza estratégica ha permitido la ejecución de los contratos de cobertura en educación y por esto se han atendido 22 municipios del departamento, 88 Instituciones educativas, 239 sedes, brindando así, acceso a los procesos de formación a más de 27.198 estudiantes caucanos.
Todo lo descrito previamente se ha consolidado gracias al progreso de la Arquidiócesis en diferentes áreas, una de las más destacadas y de mayor impacto no solo en esta zona del territorio nacional, sino en el país, hace referencia a su plan de transparencia.
Este organismo, se ha caracterizado por cumplir a cabalidad los propósitos de la Contraloría General de la República y la Procuraduría General de la Nación, dos entes de control que vienen implementando en todo el país las políticas de efectividad y calidad en todos los procesos, con el único fin de que cada uno de los recursos invertidos se empleen eficientemente y, sobretodo, cumplan cabalmente con los beneficios a la población que tanto los necesita.
Adicionalmente, es importante reconocer que, gracias a esta efectividad en la totalidad de los contratos ejecutados, siempre se ha logrado ofrecer soporte al avance de los proyectos educativos institucionales y comunitarios, con el fin de alcanzar, de alguna manera, índices más favorables en la calidad de los procesos formativos.
Paralelamente, se implementan diversas estrategias para que se logre seleccionar los mejores maestros, disponibles para trabajar en las regiones más alejadas, a cada uno de ellos se les ha brindado motivación y capacitación. Por otra parte, a los niños y las familias se les ofrecido estímulo para que cooperen y no deserten.
Además de la atención en las aulas, se ha intervenido en lo relacionado con la entrega oportuna del complemento alimentario y de kits escolares, con el fin de mejorar los factores que contribuyen al bienestar y permanencia de los estudiantes en las aulas escolares.
Cada una de estas labores se logran gracias al sostén que Cristo nuestro Salvador y fundador de la Iglesia. “…que mira al mundo como la creación al servicio del hombre y a los hombres como hijos de Dios, llamados a vivir como una comunidad de hermanos…”.
Antes de culminar, es primordial resaltar que esto último lleva a los integrantes de la Arquidiócesis de Popayán a trabajar por todos los medios en la ayuda y la promoción humana, especialmente de los más pobres y necesitados, siendo los niños quienes ocupan un lugar privilegiado en el Corazón de Cristo.
Mg. en educación María Aurora Montoya de Ruano
La obra de Monseñor Iván Antonio Marín López en el campo de la educación es un verdadero apostolado que durante su servicio pastoral al frente de la Arquidiócesis de Popayán ha liderado como un medio para educar en la doctrina de nuestra Iglesia Católica, conducir a los niños y a los jóvenes en el conocimiento y el Amor de Dios, en la apropiación del conocimiento, la ciencia y la tecnología para el bien de la humanidad. Su apostolado en el campo de la educación formal se centra en la educación de los niños y jóvenes del Colegio Seminario Menor, en la formación de los jóvenes aspirantes al sacerdocio en el Seminario Mayor San José y desde el año 2010 como Obispo encargado temporalmente del Vicariato Apostólico de Guapi cuando aceptó el reto de incursionar en la educación contratada y firmó el primer contrato con la Gobernación del Cauca.
Más su compromiso fue más allá de la firma de un simple contrato y la administración de unos recursos económicos. Monseñor Iván, se puso al frente de este nuevo servicio con el ánimo de contribuir a la formación intelectual, moral, social, ética, religiosa, política, cultural y a la práctica de valores para garantizar la formación de los futuros ciudadanos de aquellas regiones olvidadas de nuestro Departamento.
Los maestros: El primer elemento en la atención a los niños y jóvenes es el docente; por eso Monseñor hizo suyo el lema: “Educando a imagen de Cristo Maestro”. No bastó con nombrar docentes con el título profesional requerido, sino que fue preciso en un primer contacto entablar un diálogo con cada aspirante a ser contratado para conocer sus calidades humanas, espirituales y académicas permitiendo contar con docentes comprometidos con el servicio educativo y con vocación de verdaderos maestros.
Su preocupación constante por la calidad de la educación lo llevaron a nombrar un selecto grupo de Coordinadores para cada municipio, en su mayoría sacerdotes y unos pocos laicos, ejemplo de maestros y educadores a quienes les asignó la responsabilidad de guiar y acompañar los docentes en cada una de las escuelas asignadas. En sus visitas pastorales a los diferentes corregimientos y veredas, busca a los maestros y a los niños para saludarlos y demostrarles su aprecio y educarlos en la fe.
Como para ser un buen maestro se requiere estar al día en el conocimiento de las normas educativas y las acciones pedagógicas vigentes, Monseñor se preocupa por la cualificación de los docentes y hasta los acompaña en esos espacios formativos, les lleva mensajes que los motiva a ser seguidores de Jesús, a educar con el ejemplo, a respetar, amar y a valorar a sus estudiantes.
Los niños y jóvenes: Monseñor no escatima esfuerzos, ni niega recursos para que los pequeños educandos sean bien atendidos, reciban útiles escolares de buena calidad, les obsequia el Nuevo Testamento con la esperanza que se conviertan en estudiosos de la Palabra Divina y propagadores de la fe en Jesucristo.
Todos los días de clases los niños reciben un refrigerio almuerzo que para Monseñor Iván debe ser nutritivo y bien balanceado para que los niños gocen de buena salud y les facilite el aprendizaje.
Estar enterado de todo cuanto acontece durante la ejecución del contrato es imprescindible para nuestro Pastor poder orientar y tomar los correctivos a tiempo con el fin de ser transparentes no sólo en la administración de los recursos económicos sino también para garantizar la formación adecuada de los futuros ciudadanos de las regiones.
Y aunque la tarea no ha sido fácil por las enormes dificultades ante las deficientes vías de comunicación y los peligros de los caminos los maestros y los coordinadores son motivados por nuestro “Apóstol de la Educación”, quien es el primero en cruzar a caballo, en mula, en lancha y en algunas ocasiones a pie para llevar un mensaje de fe y esperanza en la construcción de un mañana mejor con el apoyo y vinculación de algunos sacerdotes.