Un Signo de Esperanza en el Cauca

Un Signo de Esperanza en el Cauca

Un signo de Esperanza en el Cauca

Con profundo gozo espiritual, en este Jubileo de la Esperanza, damos gracias al Señor por permitirnos establecer un signo de fe, una palabra de aliento y un testimonio de esperanza en el municipio de Timbío, tan amado en el Cauca y cercano a la histórica Popayán. Timbío está llamado a ser instrumento de comunión y faro de buenas obras en medio de una región que, aunque herida por el dolor y los desafíos, conserva el anhelo de construir un futuro digno y lleno de la luz de Cristo.

La Arquidiócesis de Popayán con la donación de un terreno de dieciocho (18) hectáreas, ubicado detrás de la parroquia San Pedro Apóstol de Timbío, cumple con la misión de proteger la creación, en armonía con los principios de la ecología integral y representa el inicio de un desarrollo trascendental en términos de protección ambiental que incluye: 

– Recuperación de un humedal: un espacio natural que será restaurado y protegido.

– Granja de energía limpia: un proyecto que aprovechará la energía solar y promoverá la sostenibilidad.

– Proyectos ambientales y de recreación: iniciativas que fomentarán la convivencia y el desarrollo de la esperanza en la comunidad.

Además, Monseñor Omar Alberto Sánchez Cubillos, Arzobispo de Popayán, expresó: “La donación de este terreno representa no solo un gesto de generosidad, sino también un acto profético en favor de la creación, que se alinea con la misión de custodiar el don que Dios nos ha confiado”.

 “Dicha entrega fue posible gracias a la articulación entre la Alcaldía del municipio y Monseñor Omar Alberto Sánchez Cubillos, arzobispo de Popayán, quien en una amena jornada espiritual nos animó a reflexionar sobre nuestra vocación de servicio, fraternidad y compromiso”, expresó el Alcalde Alejandro Muñoz.

En el marco de la Semana Santa, esta acción adquiere un significado aún más profundo, una siembra de esperanza. Bajo el liderazgo del señor alcalde y su equipo de trabajo, prontamente se verán los frutos de este proyecto: un parque que no solo embellezca el entorno, sino que evoque con el nombre el cuidado de la creación, conforme a la visión de la Laudato Si’.

Felicitaciones al gobierno local y al Concejo por respaldar esta iniciativa, modelo de comunión eclesial y fraternidad social. Este nuevo espacio será, sin duda, un lugar de convivencia, encuentro, contemplación y servicio al bien común.

Mensaje Pastoral Semana Santa 2025 Monseñor Omar Alberto Sánchez Cubillos

Mensaje Pastoral Semana Santa 2025 Monseñor Omar Alberto Sánchez Cubillos

Mensaje Pastoral Semana Santa 2025 Monseñor Omar Alberto Sánchez Cubillos, Arzobispo de Popayán

El trayecto de Jericó a Jerusalén que hace el ciego Bartimeo acompañando a Jesús, es el camino que debería hacer todo creyente. Este trayecto contempla los días definitivos, los días del desenlace y el momento culminante de Jesús de Nazaret. Revivir cuanto aconteció en aquellos días y lo que significa para nosotros, sumergiéndonos a través de la liturgia de la Iglesia, en el misterio de salvación que encierra, es el sentido explícito y profundo de la Semana Santa.

El desenlace, una vez que Jesús entra a Jerusalén, es absolutamente sorprendente. Al parecer no va a quedar nada de todo lo que Jesús ha dicho y hecho. Subiendo a Jerusalén, quedan lejos aquellos primeros tiempos de Galilea cuando su palabra atraía multitudes y sus curaciones lo convertían en el centro de atención en todas partes. Al final, el éxito de Jesús de Galilea no parece que tendrá el final esperado por muchos. Las cosas han cambiado, no solo por la oposición que recibirá desde el mundo político y religioso, sino también por la respuesta pusilánime de cuantos inicialmente le seguían. Hasta los mismos discípulos no logran entender lo que está aconteciendo.

La Semana Santa recoge este colofón que define y perfecciona la misión de Jesús de Nazaret.  Cuanto sucedió en aquellos días lo celebramos con especial intensidad y atención, ya no como la repetición de un hecho del pasado, sino en el código de una actualización del misterio que es obra del Espíritu en la fecundidad de la liturgia. El cristianismo no es sin más una religión, es sobre todo un acontecimiento que supone ser acogido y, por eso, celebrado en un constante presente: Dios se ha manifestado como amor extremo y con extrema cercanía; la pasión, muerte y resurrección es la cúspide de su revelación, es el máximo acontecimiento. Por tanto, solo el amor perfecto es digno de fe y por ello puede ser celebrado.

Es necesario recordar siempre que el acontecimiento fundante de nuestra fe es el hecho definitivo de la Resurrección, victoria sobre la cruz. A partir de la Resurrección todo cuanto ha acontecido hasta aquí, en el marco de la historia de la salvación, cobra un sobreabundante sentido que descifra plenamente el misterio mismo de Jesús de Nazaret.  Esta es la buena noticia que llena de sentido la vocación humana y el futuro definitivo de la humanidad. Justo por esto, en los inicios de la vida cristiana, por un periodo largo de tiempo, no había otra celebración distinta que la Vigilia Pascual. En torno a ella se fue reconstruyendo en la litúrgica de la Iglesia naciente los hechos definitivos de la pasión, muerte y resurrección de Nuestro Señor Jesucristo.

A partir de esto, ante el estupor de esta afirmada fe, las procesiones entran de manera elocuente a narrar, a su modo, con un expresivo y estético lenguaje, lleno de formas y figuras, cargadas de sentido teológico -con la mágica expresión del universo estético-, hasta donde Dios ha querido ir por el rescate del hombre. Por ello, las procesiones se convierten en una expresión cargada de profunda religiosidad, sin recato en el decoro, con exquisito orden y sentido, de modo público y solemne, en la mayor actitud devocional,  para dar testimonio explícito de la propia fe, en un horizonte abierto de esperanza que rompa el ritmo y el marco de lo estrictamente inmanente.

Así, se levantan las imágenes para levantar al tiempo el misterio del hombre a la luz de Cristo. La Semana Santa no es el resultado de una elemental hechura humana, cargada de ritos que afirmadamente repetimos y celebramos; nosotros no hacemos la Semana Santa, por el contrario, la Semana Santa nos hace auténtica comunidad de fe. En ella se revela y se esconde el Misterio mismo de la salvación.  Y todo se hace en el rigor de una tradición que no se agota en su mística ni en su fuerza. Justo porque la tradición es la transmisión del fuego, no la adoración de las cenizas.

Popayán ha madurado con exquisita atención a través de siglos cada detalle de esta sustentada manifestación religiosa de la Semana Mayor. Tiene el honor de marcar, de modo sublime y solemne, en toda Colombia, la pauta más alta de la celebración del Misterio de la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor. Este es uno de sus grandes tesoros y el patrimonio más preciado de esta sensible y sólida comunidad de fe.

 De manera similar al trayecto hacia Jerusalén emprendido por Bartimeo para seguir al Maestro, Popayán invita a todos a caminar con Cristo a través de la exquisita atención en cada detalle de esta sustentada manifestación religiosa de la Semana Mayor. La ciudad es pauta en la más alta celebración del Misterio de la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor. Este es uno de sus grandes tesoros y el patrimonio más preciado de esta sensible y sólida comunidad de fe.

Te invitamos a consultar la programación de Semana Santa 2025 de la Arquidiócesis de Popayán

Misa Crismal o de la Unción: Un llamado para renovar nuestra fe

Misa Crismal o de la Unción: Un llamado para renovar nuestra fe

Misa Crismal o de la Unción para renovar nuestra fe

¡Vengan, vamos todos a la fiesta de la santa comunión que congrega a los fieles con su clero y con su Obispo! De manera particular en este año Jubilar, convocado por el Papa Francisco.

Este es el día donde la Palabra y la Presencia del Señor alimentan la comunidad cristiana Diocesana o Arquidiocesana, pues, “ha hecho de nosotros un Reino de sacerdotes para nuestro Dios y Padre” (Ap 1,6), porción de hermanos en la fe y rebaño que El guía. Es el pueblo santo de Dios que camina en la comunión del Espíritu Santo y la obediencia a su Obispo, ese pueblo peregrinante, comparte sus carismas religiosos, culturales, artísticos y misioneros en la “MISA CRISMAL”, cuyo significado latino es “MISA DE LA UNCIÓN”.  

No hay nada más grande, más sublime que nos haga vivir la fraternidad como, hijos, familia e Iglesia de Dios que una Santa Eucaristía, pues en ella se expresa la igualdad en medio de las limitaciones, es el acontecimiento donde las diferencias nos unen, la debilidad trae fortaleza y la fe de un Padre es la unión de los hermanos en Cristo Jesús. En la Santa Misa no importan las distinciones políticas, ideológicas, raciales, los estatus, las clases, sino solo la presencia de Dios. Ese es el contexto de una MISA CRISMAL, que se convoca para ser celebrada en la Catedral de la Arquidiócesis el Jueves Santo, pero que por razones de fraternidad sacerdotal se adelanta la semana anterior al Jueves Santo. “El Espíritu del Señor está sobre mí, porque Él me ha ungido” (Isaías 61,1). En esta eucaristía los ministros ordenados hacen la (Renovación de sus promesas sacerdotales) y son invitados a estar en comunión desde su Iglesia Particular con la Iglesia Universal en Cristo el Ungido.

Por eso, la Misa Crismal comprende la bendición del pueblo de Dios por parte de su Obispo en la compañía de su clero Arquidiocesano, allí, se consagra El Santo Crisma, (de allí, su nombre de Misa Crismal) que es distinto a los dos aceites que se bendicen en la misma celebración,  (Óleo de los Catecúmenos y de los enfermos), con los cuales se administran los sacramentos de la Iglesia.

En la Misa Crismal se expresa la comunión, la consagración, la bendición, la renovación y el amor que le tenemos a Cristo y a la Iglesia, representada en sus ministros ordenados y en sus fieles laicos. Por tanto, Somos uno con Cristo, así que celebramos para recordar y vivir como peregrinos de la esperanza.

¡Vamos todos a renovar nuestra fe!

Vea a continuación el mensaje del padre Carlos Anuar Hurtado, delegado de Comunicaciones de la Arquidiócesis de Popayán.

 

CARTA PASTORAL   ¡NO NOS DEJEMOS ROBAR LA ESPERANZA!

CARTA PASTORAL ¡NO NOS DEJEMOS ROBAR LA ESPERANZA!

CARTA PASTORAL ¡NO NOS DEJEMOS ROBAR LA ESPERANZA!

Los sacerdotes, diáconos, religiosos, religiosas y seminaristas de la Arquidiócesis de Popayán extendemos a nuestras comunidades de fe en el Cauca y, de modo particular, a todas las comunidades afectadas en los cientos de veredas, cascos urbanos y cabeceras municipales del amplio espacio del Cañón del Micay, un sentido y fraternal saludo frente a la difícil situación por la que hoy atraviesan. Sus vidas, sus familias y sus bienes que están abiertamente amenazados, son también nuestra propia preocupación, nuestro propio dolor y nos unimos en oración en este momento difícil y doloroso. Les manifestamos nuestra cercanía con el compromiso claro de seguir acompañándolos.

Sin duda, estamos padeciendo una crisis múltiple. Nuestro futuro está comprometido. Por tanto, nuestra esperanza está amenazada. La vida misma está amenazada. Es necesario en este momento invocar la esperanza con firmeza; solo la esperanza nos permitirá recuperar la vida y la vida es más que supervivencia. No es suficiente sobrevivir. Es el momento para la esperanza. El Papa Francisco nos dice con firme convicción: ¡no nos dejemos robar nuestra esperanza!

Desafortunadamente constatamos con dolor que estamos atrapados en un clima de miedo que mata todo germen de esperanza. El miedo crea un ambiente destructivo. El miedo ha sido desde siempre un excelente instrumento de dominio, porque vuelve a las personas dóciles. El miedo nos cierra las puertas a lo distinto, a lo nuevo, a lo que vale la pena. El miedo puede transformar una sociedad entera en una cárcel, puede ponerla en cuarentena. La esperanza, en cambio, va dejando indicadores que señalan nuevos caminos, de hecho, es la única que nos encamina; nos brinda sentido y orientación, mientras que el miedo imposibilita la marcha. El miedo nos roba el futuro.

En este drama constatamos que el grado más alto del miedo es la angustia. La angustia conlleva la sensación de aprisionamiento y encerramiento, se nos cierran todas las puertas a lo posible, a lo nuevo. Por ello, es evidente que donde hay miedo es imposible la libertad. Miedo y libertad son incompatibles justamente porque la angustia aísla a las personas, cada uno se cierra en sí mismo. Por tanto, a base de miedo no se crea comunidad, no se crea un nosotros, no se crea un sujeto colectivo. La esperanza, efectivamente, conlleva la dimensión del nosotros.

Podría parecer que en este clima de crisis e incertidumbre es imposible hablar de esperanza. Pero en realidad es cuando mejor se expresa. Es importante saber, hay que saber, que cuanto más profunda sea la desesperación y el miedo, más fuerte puede ser la esperanza. La esperanza no les da la espalda a las negatividades de la vida, siempre las tiene presentes. De hecho, la esperanza más genuina nace de la desesperación más profunda, ya que el espíritu de la esperanza supone también un trabajo consciente para avanzar en plenas tinieblas. ¡Sin tinieblas no hay hambre de luz!

San Pablo nos enseña: “Nos gloriamos de nuestras tribulaciones; pues sabemos que sufriendo ganamos aguante, aguantando nos aprueban, aprobados esperamos. La esperanza no defrauda” (Rm 5,3-5)

Sin embargo, tenemos una tarea: la esperanza hay que sembrarla para que nazca. Hay que suscitarla y concitarla expresamente. Y nuestra fe en Cristo, victoria sobre la muerte, el pecado y el mal, es la antena que atrae la corriente de la esperanza. Es nuestra garantía de éxito. La esperanza activa tiene que caracterizarse por el entusiasmo, que enfrente y supere todo signo de resignación, aunque suponga un riesgo. Se necesitan hoy en nuestros territorios misioneros de la esperanza propagar la esperanza, transmitir esta llama, avivarla para que prenda comunitariamente una idea de futuro común. Sólo en la esperanza de un mundo distinto y mejor despierta un potencial revolucionario que todo lo puede cambiar en la perspectiva del amor y del bien común. ¡no nos dejemos robar nuestro futuro!

Por eso hoy, con urgencia, necesitamos como personas y comunidades de fe, atrevernos a liderar una fuerte y clara corriente de esperanza, con tal dinamismo, que empiece a afrontar este clima de miedo e incertidumbre.

Entendamos que, puesta en marcha esta corriente, este dinamismo, lo comunitario reverdece, porque la esperanza no aísla a las personas, sino que las vincula y reconcilia, hasta que podamos recitar un nosotros. El sujeto de la esperanza es un nosotros. Y solo así, podremos juntos creer en el futuro, donde es posible lo nuevo, lo distinto para salir de la lógica de lo igual, del como siempre ha sido. ¡no nos dejemos robar el futuro del Cauca!

En este año 2025 del Jubileo de la Esperanza, movilicémonos a nuestros lugares de peregrinación para ganar la indulgencia plenaria, que nos otorga con alegría un verdadero nuevo comienzo que nos dé la fuerza para ser ministros misioneros de la Esperanza en nuestro Cauca.

Monseñor. Omar Alberto Sánchez Cubillos , Arzobispo de Popayán.

Descarga la Carta Pastoral Aquí

Campaña de Comunicación Cristiana de Bienes 2025: Somos la fuerza solidaria que impulsa a Colombia.

Campaña de Comunicación Cristiana de Bienes 2025: Somos la fuerza solidaria que impulsa a Colombia.

Campaña de Comunicación Cristiana de Bienes 2025: Somos la fuerza solidaria que impulsa a Colombia.

La Iglesia colombiana ha iniciado la Campaña de Comunicación Cristiana de Bienes 2025, una iniciativa que busca recaudar fondos para apoyar a las personas más vulnerables en el país, especialmente aquellas afectadas por el conflicto armado y las emergencias ambientales.

La campaña, que se lleva a cabo durante la Cuaresma, tiene como objetivo principal recaudar fondos para apoyar las obras sociales de la Iglesia en Colombia. El 20% del dinero recaudado se enviará al Secretariado Nacional de Pastoral Social (SNPS) para ayuda humanitaria, mientras que el 80% restante se quedará en las diócesis y arquidiócesis para apoyar necesidades locales.

La campaña también cuenta con el apoyo del Papa Francisco, quien ha invitado a los fieles a ser “peregrinos de esperanza” y a caminar juntos hacia la justicia y la paz.

Los colombianos pueden unirse a esta iniciativa donando en sus parroquias o a través de la página web a través de www.caritascolombiana.org en las cuentas habilitadas https://caritascolombiana.org/donar/

Cada donación, por pequeña que sea, contribuye a transformar vidas y a construir un futuro más esperanzador para las regiones más golpeadas por el conflicto y la pobreza.

Camino Cuaresmal 2025 “Caminemos juntos en la esperanza”

Camino Cuaresmal 2025 “Caminemos juntos en la esperanza”

Camino Cuaresmal 2025 “Caminemos juntos en la esperanza”

La Cuaresma del Año Jubilar de la Esperanza comenzó el cinco de marzo de 2025 con el Miércoles de Ceniza en las 92 parroquias de la Arquidiócesis de Popayán. Este período de 40 días es un tiempo propicio para reflexionar, meditar y acercarse a Dios a través de la oración, el ayuno y la caridad.

Monseñor Omar Alberto Sánchez Cubillos, arzobispo de Popayán, destacó la importancia de la conversión y el esfuerzo por transformar nuestras vidas durante este tiempo. También resaltó que, si todos hacemos nuestra parte, podemos contribuir a crear un mundo mejor.

La Cuaresma es un tiempo litúrgico que nos prepara para la Pascua, la mayor celebración de la Iglesia. Durante este período, se enfatizan tres pilares fundamentales: la oración, el ayuno y la limosna. La oración nos acerca a Dios, el ayuno nos ayuda a controlar nuestros deseos y la limosna nos recuerda la importancia de servir a los demás.

En este sentido, el Papa Francisco ha invitado a los fieles a “caminar juntos en la esperanza” durante la Cuaresma, recordándonos que la esperanza es “el ancla del alma” que nos sostiene en momentos difíciles.

Itinerario Cuaresmal 2025

CUARESMA: El Papa Francisco destaca tres llamados a la conversión:

Caminar como peregrinos: nos recuerda que todos somos peregrinos en la vida y que debemos dejar que nos interpele la realidad concreta de aquellos que buscan una vida mejor.

Caminar en sinodalidad: nos invita a caminar juntos, como una comunidad, y a ser artesanos de unidad, partiendo de la dignidad común de hijos de Dios.

Caminar en la esperanza: nos recuerda que la esperanza es “el ancla del alma” y que debemos confiar en Dios y en su gran promesa, la vida eterna.

Pregunta para reflexionar: ¿Estoy realmente en camino o un poco paralizado, estático, con miedo y falta de esperanza; o satisfecho en mi zona de confort?

 

PRIMERA SEMANA

 La Esperanza de la Conversión

La Cuaresma es un tiempo de gracia, un tiempo para reflexionar sobre nuestra vida y para volver a Dios con todo nuestro corazón. La conversión es posible, y la esperanza de una vida nueva es real. ¡No te rindas! ¡Sigue adelante con fe y esperanza!

Texto para meditar: Marcos 1,15 “Conviértete y cree en el Evangelio”.  Reflexiona sobre tu vida y sobre tus relaciones con Dios y con los demás.  Pide a Dios que te de la gracia de la conversión y que te ayude a vivir una vida más plena.

¿Qué pasos puedo dar para mejorar mi relación con Dios y con los demás?

 

SEGUNDA SEMANA

 La Esperanza de la Misericordia

Dios es misericordioso y nos ama sin condiciones. Su misericordia es mayor que nuestros pecados, y su amor es más fuerte que nuestra debilidad. ¡No te desanimes! ¡La misericordia de Dios es tu esperanza!”

Texto para meditar: Lucas 6,36 “Dios es misericordioso y se compadece de nosotros”.  Reflexiona sobre la misericordia de Dios y sobre cómo te ha perdonado y te ha amado a pesar de tus errores y debilidades.  Pide a Dios que te de la gracia de la misericordia y que te ayude a vivir una vida más compasiva y más amorosa.

¿Cómo puedo mostrar misericordia y compasión a los demás, especialmente a aquellos que están sufriendo o necesitan ayuda?

 

TERCERA SEMANA

 La Esperanza de la Renovación

La Cuaresma es un tiempo de renovación, un tiempo para dejar atrás lo viejo y para recibir lo nuevo. Dios quiere renovar tu corazón y tu vida. ¡Abre tu corazón a la gracia de Dios! ¡La renovación es posible!

Texto para meditar: Salmo 51,12 “¡Dios, crea en mí un corazón puro y renuévame por dentro con espíritu firme!”.  Reflexiona sobre las áreas de tu vida que necesitan renovación y transformación.  Pide a Dios que te de la gracia de dejar atrás muchas cosas para vivir una vida más plena y más significativa.

¿Cómo puedo dejar atrás lo viejo y recibir lo nuevo que Dios quiere darme?

 

CUARTA SEMANA

La Esperanza de la Resurrección

La Pascua de Resurrección es nuestra esperanza. Jesucristo resucitó de entre los muertos y nos dio la vida eterna. ¡No te desanimes! ¡La resurrección es tu esperanza! ¡La vida eterna es tu destino!

Texto para meditar: 1 Tesalonicenses 4,14 “porque si creemos que Jesús murió y resucitó, creemos también que, por medio de Él, Dios llevará consigo a los que han muerto”.  La muerte no es el final, sino un nuevo comienzo.  En la esperanza de la resurrección, encontramos la fuerza para enfrentar los desafíos de la vida y para superar la oscuridad. Pide a Dios que te de la gracia de la luz y que te ayude a vivir una vida más esperanzadora y más iluminada.

¿Qué pasos puedo dar para renovar mi compromiso con Jesucristo y para vivir una vida más plena y más significativa a la luz de la resurrección?

 

QUINTA SEMANA

La Esperanza de la Redención

Dios nos ama tanto que dio a su Hijo único para que muriera por nuestros pecados. La cruz es el símbolo de la redención, y la resurrección es el símbolo de la vida eterna. ¡No te rindas! ¡La redención es tu esperanza!

Texto para meditar: Juan 3,16 “Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único para que todo el que crea en él no se pierda, sino que tenga vida eterna”.  La redención es el acto de amor más grande que Dios ha realizado por la humanidad.  Pidamos a Dios que nos ayude a vivir una vida de gratitud y de servicio, y que nos de la fuerza para seguir a Jesucristo en su camino de amor y de sacrificio. 

¿Qué sacrificios estás dispuesto a hacer para seguir a Jesucristo en su camino de amor?

Espero que estos mensajes de esperanza te inspiren y te den fuerza durante la Cuaresma.

¡Que la esperanza de la resurrección sea tu guía y tu consuelo!

 

Vea el video a continuación…

La Arquidiócesis de Popayán a través de la oficina OFEP, participó en el Congreso Latinoamericano de CEPROME

La Arquidiócesis de Popayán a través de la oficina OFEP, participó en el Congreso Latinoamericano de CEPROME

La Arquidiócesis de Popayán a través de la oficina OFEP, participó en el Congreso Latinoamericano de CEPROME

La oficina para el fomento de entornos protectores de la Arquidiócesis de Popayán, fue parte de la delegación colombiana que participo en el ‘Cuarto Congreso Latinoamericano’ en la ciudad de Lima Perú del 25 al 27 de febrero de 2025, bajo el tema:  Inteligencia Artificial y Abuso Sexuales es un nuevo desafío para la prevención.

Fueron aproximadamente 523 participantes de 23 países, delegados vinculados a las acciones de protección y prevención de violencias de las Arquidiócesis de Latinoamérica y el caribe. Este evento reunió a expertos, lideres académicos, agentes pastorales y organizaciones de todo el continente para abordar las oportunidades y retos que las nuevas tecnologías plantean en la lucha contra el abuso infantil.

Ps. Mg. Yoryany Margarita Pérez Varela, Coordinadora OFEP, expresó “El evento fue un espacio único dedicado a la reflexión y conocer las mejores prácticas de investigación innovadoras para seguir construyendo entornos más seguros y protectores en los espacios eclesiales”

Además, por primera vez contó con la Expo Buenos Prácticas, un espacio que destaca las iniciativas internacionales, proyectos exitosos y redes de cooperación comprometidas con la prevención y protección de niños, niñas y adolescentes.

De la delegación colombiana participaron:

Ilva Miriam Hoyos, presidente del consejo Nacional para la Cultura del Cuidado, Abogada.

Milena Barguil. Abogada, Delegada Arzobispal para la protección de Menores Arquidiócesis de Medellín.

Yoryany Margarita Pérez Varela. Psicóloga Clínica y De familia. Coordinadora de la OFEP, Arquidiócesis de Popayán.

Catalina Gallego Barbier. Abogada, directora general del departamento de ambientes seguros de los legionarios de Cristo.

Luz Adriana Rúa Pérez. Psicóloga de la Oficina de Buen trato de la Diócesis de Santa Rosa de Osos

Contando con la compañía de Monseñor Luis Manuel Ali Herrera, secretario de la Pontificia Comisión para la Protección de Menores. Tutela Minorum

Gracias a cada persona que trabaja incansablemente por una Iglesia más segura. ¡Seguimos caminando juntos en la misión de la prevención.

Vea el resumen de CEPROME

Producción realizada por Vatican News

Así avanzan las gestiones para la intervención en la Torre del Reloj

Así avanzan las gestiones para la intervención en la Torre del Reloj

Así avanzan las gestiones para la intervención en la Torre del Reloj

En respuesta a este incidente que sufrió la Torre del Reloj un desprendimiento parcial de su alero noroccidente, el pasado 13 de septiembre de 2024, la Arquidiócesis de Popayán, como poseedora del inmueble, inició las gestiones necesarias ante el Ministerio de Cultura y las autoridades locales definieron las acciones necesarias con el fin de proteger y preservar este símbolo de la historia de Popayán.

Monseñor Fray Omar Alberto Sánchez Cubillos O.P, en calidad de arzobispo de Popayán, indicó “Como resultado de estas gestiones el Ministerio de Cultura emitió el concepto técnico que autoriza la realización de una intervención de primeros auxilios en la Torre del Reloj (…) Con la Gobernación y la Alcaldía tomamos la decisión, pensando un poco en lo que significa la reconstrucción y las obras concretas que hay que hacer sobre la torre, de esperar para que, una vez celebrada la Semana Santa, a partir de esa semana de Pascua, inicien las obras de reconstrucción”.

Esta intervención inicial la está asumiendo la Arquidiócesis de Popayán y se busca garantizar la seguridad de la estructura y prevenir mayores deterioros mientras se avanzan los estudios y planes para su restauración integral. Sin embargo, durante los diagnósticos realizados en la torre, para los primeros auxilios se evidenció un deterioro significativo producto del paso del tiempo, lo que ha llevado a la necesidad de una restauración integral de la edificación. Este proceso no sólo implica nuevas autorizaciones y trámites ante el Ministerio de Cultura, sino también la gestión de los recursos necesarios para cumplir con cada uno de los requisitos técnicos y normativos que este tipo de intervenciones exigen.

“Tenemos toda la voluntad de hacer las gestiones necesarias, porque entendemos que la recuperación de este bien no es posible si no nos juntamos todas las autoridades, las entidades y los liderazgos en nuestro departamento del Cauca” expreso el Gobernador del Cauca, Jorge Octavio Guzmán.

La Torre del Reloj no solo es un monumento de valor arquitectónico e histórico, sino un testigo de nuestra identidad como ciudad. Su conservación es una responsabilidad compartida que nos invita a la unión y al compromiso.

La Secretaría de Planeación – Alcaldía de Popayán Yasmín Hurtado Ordóñez, manifestó “Desde la Administración Municipal y por instrucción del señor alcalde, estaremos haciendo el acompañamiento, pero también buscando estrategias para esa intervención y hacer una restauración total (…) y que este bien de interés cultural se mantenga con nuestra identidad”.

Hacemos un llamado especial a quienes deseen contribuir con este propósito a sumarse a esta causa mediante apoyo técnico, académico o financiero para más información sobre cómo participar en esta iniciativa puede comunicarse con la Arquidiócesis de Popayán.

Sigamos construyendo juntos la historia y el futuro de Popayán.