Seminario Mayor "San José"
- El Seminario Mayor San José (SMSJ) de Popayán es una comunidad humana, eclesial, diocesana, educativa, a la que el Obispo, según las normas de la Iglesia, ha confiado la tarea de ser espacio privilegiado, escuela y casa de formación de discípulos y misioneros (cfr. DA 316) que como sacerdotes seculares prestarán su servicio en la Iglesia arquidiocesana de Popayán.
- Para su funcionamiento el SMSJ se regirá en todo por las orientaciones dadas por la Iglesia universal y arquidiocesana para la formación en los seminarios y que están contenidas en: El Código de Derecho Canónico (nos. 1024 a 1039 y 1050 a 1051), La Ratio Fundamentalis Institutionis Sacerdotalis, Las Normas Básicas para la Formación Sacerdotal en Colombia y todos los demás mandatos y principios que la Iglesia establezca para la formación sacerdotal.
- Como comunidad humana: En el SMSJ los formadores y seminaristas comparten un proyecto de vida en común y participan, cada uno según su función y responsabilidad, en el mismo proceso formativo. La convivencia y la amistad entre los distintos miembros del Seminario tienen como horizonte la educación de personas llamadas a formar una comunidad familiar, de tal manera que la vocación al sacerdocio ministerial de los candidatos, llegue ser en cada uno un proyecto de vida estable y definitivo. (cfr. DA 321)
- Como comunidad eclesial: El SMSJ es básicamente comunidad de discípulos misioneros del Señor que, a partir de un verdadero encuentro personal con Jesucristo, la profesión de una misma fe, celebrando una misma Liturgia y en la experiencia fraternal de un mismo amor, vive el Misterio de Cristo y de la Iglesia y es, en medio del mundo, signo e instrumento de salvación.
- Como comunidad eclesial diocesana, el SMSJ vivirá en comunión con su Obispo y el Presbiterio, conociendo de cerca sus preocupaciones pastorales, e inserto en la vida de la Arquidiócesis participando de sus esperanzas e inquietudes y prestando, dentro de sus posibilidades, aquellos servicios que pueda ofrecer a la familia arquidiocesana. El SMSJ estará abierto, solidaria y servicialmente, a la Iglesia y al mundo de hoy permaneciendo atento a sus necesidades.
- Finalmente, como comunidad educativa, el SMSJ es una familia conformada por el equipo formador, los profesores, los empleados, los estudiantes y sus familias, aportando todos a la formación de los futuros presbíteros (cfr.PDV 61) con un proyecto formativo integral en lo humano, lo espiritual, lo intelectual y lo pastoral.
- El Seminario ofrece una formación intelectual seria y profunda, en el campo de la filosofía, de las ciencias humanas y, especialmente de la teología y la misionología (cfr.DA 323) y se esfuerza para ser, al estilo del discipulado de Jesús, una comunidad de creyentes que, vinculados al Señor y participando de su vida, quieren vivir con radicalidad el espíritu del Evangelio. En esto están comprometidos todos los que allí trabajan al servicio del Seminario.
HISTORIA DEL SEMINARIO MAYOR
-La historia del Seminario de Popayán, encierra un pasado glorioso que a lo largo de los años ha ido construyendo un rico legado de hombres y saberes que han enriquecido grandemente el caminar de la Iglesia de Popayán por estos territorios de plurietnias y culturas.
Todo empieza el 1° de septiembre de 1546 cuando el Papa Paulo III crea la Diócesis de Popayán por petición del Emperador Carlos V.
-Entre los años 1609 y 1617 se da el decreto de erección del Seminario durante el Sínodo celebrado por el Obispo Fray Juan González de Mendoza. No hay fecha exacta pero los historiadores ubican el acontecimiento entre estos años, posiblemente en 1611.
-En 1621 siendo Obispo de esta Diócesis Fray Ambrosio Vallejo, se hizo efectivo el Decreto y se organizó el Seminario con un incipiente plan de estudios que contaba con doce becas bajo la dirección del licenciado Pedro Sánchez Trigueros, primer maestro de gramática. Sin embargo, poco duró esta experiencia pues hacia 1630 ya se había clausurado.
– La constitución formal de un Seminario solo se haría realidad con la llegada a la ciudad de La Compañía de Jesús o Padres Jesuitas.
– En 1631, ocasión en que dos padres Jesuitas pasaban por la ciudad de Popayán con destino al Perú, el Obispo Feliciano de la Vega y Padilla junto con el Cabildo y toda la ciudad motivaron a los sacerdotes para que pensaran en una fundación suya en Popayán, deseo que se cumplió prontamente con la Cédula Real del 12 de marzo de 1633 que concedió permiso para que la Compañía de Jesús fundara dos nuevas casas en esta Provincia. El 15 de noviembre de 1640, la Real Audiencia de Quito, da licencia a los Jesuitas para abrir un centro de enseñanza en Popayán.
– Llegado en 1640 el Obispo Francisco de la Serna a tomar posesión de esta sede episcopal puso todos sus esfuerzos para que, con la herencia del Deán del Cabildo Catedral, Francisco Vélez de Zúñiga, que había dejado sus bienes para la instalación de los Jesuitas, se creara el Real Colegio Seminario (Cédula Real del 25 de abril de 1643) bajo el patrocinio de San Francisco de Asís ya que, tanto el Obispo como el principal benefactor, llevaban el nombre del Seráfico Doctor.
Primeros rectores ilustres fueron los jesuitas: Juan Lorenzo Lucero y Lucas Bruno. Aunque el Real Colegio y el Seminario quedan unidos en el mismo edificio y bajo un mismo gobierno, siempre se los consideró dos entidades distintas.
-En 1736 un terremoto destruye gran parte del Seminario al igual que la Iglesia de la Compañía, aneja al Seminario. Lentamente se reconstruyen gracias a los donativos recibidos.
-En 1744 se funda en el Colegio Seminario la “Academia de San José”, dependiente de la Universidad de San Gregorio de Quito y se establecen las facultades de Ciencias Eclesiásticas y de Derecho Civil.
137 años estuvieron los jesuitas en Popayán en este primer período. La cédula Real de 2 de abril de 1767, del Rey Juan Carlos III, expulsó de todos sus dominios en Europa y en América Española a los jesuitas. En Popayán se ejecutó tal Cédula el 17 de agosto de 1767 por el gobernador José Ignacio de Ortega. Este año es cerrado el Colegio Seminario.
-En 1768 el Obispo de Popayán, Jerónimo Antonio de Obregón y Mena, ordena que continúe el Colegio Seminario y se reabre con 8 alumnos bajo la dirección del clero secular con la ayuda de los Padres Dominicos quienes desde 1769 hasta 1778 asumieron algunas cátedras de filosofía y teología. En 1771, por ejemplo, aparece el Pbro. Miguel de Unda, Dignidad de la Catedral de Popayán, como Rector del Colegio Seminario.
– En 1777 se reorganizan totalmente las clases en el Seminario, con las cátedras de Sagrada Escritura, Cánones, Leyes, latinidad, Retorica, Teología, Filosofía y Moral, y se reorganiza la Escuela Primaria. En 1778 se dio la refundación del Seminario bajo el Obispado de Obregón y Mena, cuando asumieron su dirección y las clases, ilustres sacerdotes llamados de todos los rincones de la Gobernación de Popayán y los Padres Dominicos entregaron sus cátedras. El 15 de septiembre de 1783, el señor Obispo Obregón y Mena nombra al doctor Juan Mariano Grijalba, Rector del Colegio Seminario.
-En 1785 se vincula al Seminario don Félix Restrepo como catedrático de Filosofía. En 1789 se emprende la reconstrucción del Colegio Seminario por el entonces Obispo Ilustrísimo Señor don Ángel Velarde y Bustamante, obra que termina en 1797. En 1791, el doctor Grijalba intenta nuevamente que su Colegio Seminario sea reconocido como Universidad, pero no lo logra. En 1793 se vincula como catedrático del Colegio Seminario en Derecho Civil, Don Francisco José de Caldas.
– Sobre todo durante la segunda mitad del siglo XVIII las glorias del Real Colegio Seminario no fueron pocas; allí se formaron generaciones de hombres de la Gobernación y de otras latitudes con temple universal. Entre todos descuellan como gran galardón muchos defensores del proceso libertador como los payaneses Camilo Torres, Francisco José de Caldas, Francisco Antonio Zea, José María Cabal, Joaquín de Caicedo y Cuero, Francisco Antonio Ulloa, entre otros. No se pueden olvidar también dos destacados docentes como José Félix de Restrepo (de 1782 a 1789), discípulo de José Celestino Mutis, que pasó a la historia como ideólogo de la libertad para los esclavos en Colombia, ley que sancionó el payanés José Hilario López, y el maestro José María Vergara y Vergara a mediados del siglo XIX.
– Llegado el siglo XIX el Colegio Seminario tuvo que enfrentar entonces las circunstancias de la gesta patriótica. En 1808 se nombra rector del Seminario a don Francisco Javier Rodríguez. En 1809, se nombra de Rector a don Manuel María Arboleda. En 1813, la ciudad en general, y particularmente el Seminario, es saqueado por el pacificador Juan Sámano
El 1° de enero de 1814 entró vencedor en Popayán con Antonio Nariño el primer ejército de la Independencia. En marzo instaló el Colegio Constituyente bajo la presidencia del presbítero Andrés Ordoñez que era su capellán castrense (Vargas, p. 544) pero el clero y las autoridades civiles y la mayor parte de los ciudadanos prefirieron huir; el Seminario es convertido en cuartel, quedó desierto y el Colegio se cerró. Subsiguieron periodos alternados de ocupación de la ciudad por parte de realistas y republicanos donde las locaciones del Real Colegio Seminario fueron destinadas como cuartel del bando que predominaba.
– Se tuvo que esperar a 1818, con la llegada del Obispo Salvador Jiménez de Enciso, para poder reabrir el Seminario con nuevas Constituciones y tres cátedras, latinidad, filosofía y teología, cuatro sacerdotes y treinta y tres estudiantes. Es nombrado como rector don José María Grueso. Las vicisitudes de la época no permitieron que el proyecto prosperara pues a comienzos de 1820, el Obispo Jiménez debió trasladarse a Pasto huyendo de la guerra de independencia en Popayán y se cerró el Seminario.
– Con el regreso a Popayán, luego del destierro del Obispo Jiménez de Enciso, en junio de 1822 se reabrió el Seminario hasta el 16 de noviembre de 1827 cuando otro terremoto dejó en ruinas la ciudad, arruinó el edificio y tuvo que ser cerrado por algún tiempo.
– En 1827 Francisco de Paula Santander funda la Universidad del Cauca y destina muchos de los bienes del Seminario para dicha fundación. Mientras crecía la recién fundada Universidad, el Colegio Seminario decaía en rentas y personal, minado sobre todo por la escasa juventud que había sobrevivido a la independencia y la traslación de sus bienes al peculio del claustro deseado por Santander.
-En 1829, un par de años después, fue reabierto el Seminario y nombrado como rector el Pbro. Domingo Belisario Gómez quien tuvo que lidiar con la ley del patronato que minaba la independencia administrativa de los establecimientos religiosos poniéndolos bajo la observancia de la ley civil. En 1832 asume la rectoría don Marco Antonio Basto y en 1833 es nombrado como rector Fray Fernando Racines, Franciscano. Hacia 1838 el Seminario se encuentra reconstruido parcialmente.
-Pero en 1839 se suscita una gran guerra civil: el Seminario es convertido en cuartel y arrazado. Se suspenden los estudios.
-El 1842, se termina la guerra civil y huye Fr. Racines. Es nombrado como rector don Marceliano Hurtado. A la muerte de don Marceliano, es nombrado rector Don Manuel Antonio Bueno.
-En 1845 se autoriza el regreso de los Jesuitas por decreto del General Herrán. Estos llegan en 1846 y toman nuevamente la dirección del Colegio Seminario: el rector es Don Francisco de san Román, por corto tiempo, ya que en 1850 son expulsados nuevamente bajo el gobierno del General José Hilario López y se cierra temporalmente el Colegio.
-En 1855 el Ilustrísimo Señor Pedro Antonio Torres, Obispo de Popayán y exalumno ilustre de este Claustro, reorganiza el Seminario nombrando como rector al Doctor Felipe Santiago López y le da nuevas normas. Fue con Monseñor Torres que el Colegio Seminario pasó a tener carácter de Instituto de enseñanza secundaria. Fue tanta la acogida de este nuevo empuje del Real Colegio, que ante el aumento del número de alumnos en el Seminario el señor Obispo tuvo que pensar en la ampliación de las instalaciones para lo cual se sirvió de Fray Serafín Barbetti, famoso arquitecto franciscano que ayudó también en la reconstrucción de la Catedral y diseñó el Puente del Humilladero.
– En 1857 se establece en el Colegio Seminario una escuela de música vocal e instrumental y al año siguiente se funda una sociedad filarmónica.
-En 1858 el Seminario recibe la facultad de dar grados de bachiller y doctor en ciencias eclesiásticas. -Pero en 1859 hay una gran preocupación del Rector por la escasez de vocaciones para el Sacerdocio. Además, en 1860 se presenta una grave crisis económica del Seminario, y en 1861, el general Tomás Cipriano de Mosquera en el poder, da el decreto de Tuición de Cultos que agrava más la situación. El rector López es desterrado. Se nombra rector a don Joaquín Valencia.
-En 1869, el Ilustrísmo el Ilustrísimo Obispo Don Carlos Bermúdez, consigue que los padres Vicentinos tomen la decisión devenir a Popayán a regentar el Seminario. Y los primeros de ellos llegan al país en noviembre de 1870. El Seminario reabre sus puertas el 2 de febrero de 1871 bajo la dirección de la Congregación de la Misión, Padres Lazaristas o Vicentinos. Los padres Gustavo Foing y Juan Bautista Rieux comenzaron su tarea con 120 estudiantes externos, y 19 internos entre los cuales seis eran del Mayor y 6 docentes dejando aún el carácter de Colegio a la institución. Era, un seminario mixto: algunos estudiantes vivían internos y otros vivían en sus casas; unos aspiraban al sacerdocio, mientras que otros deseaban tan solo la formación humanística.
Un testimonio directo del P. Foing, del 27 de abril de 1876, que nos presenta Carlos Albeiro Velásquez Bravo cm en la historia de la Provincia Vicentina en Colombia, ilustra la manera como los padres vicentinos comenzaron a regir, este, que sería el primer Seminario recibido por la Congregación en Colombia:
A la llegada a Popayán, no había en esta localidad, bajo el nombre de colegio-seminario, más que un mal colegio, dirigido después de un año por laicos, muy respetables, por cierto. El número de estudiantes, casi todos externos, no excedía los 70 u 80. Toda la enseñanza de las ciencias eclesiásticas estaba reducida a un curso de religión. Un solo joven estaba destinado al sacerdocio. Y era tan poco digno, que nosotros le pedimos pronto que se retirara… (cf Carlos Albeiro Velásquez Bravo cm y otros, Historia de la Provincia Vicentina de Colombia, Bogotá, 2013, p 46).
Pero durante aquel año se tomaron serias decisiones: clausurar el externado y destinar el Real Colegio Seminario únicamente a la formación de los futuros sacerdotes ya que la Universidad del Cauca permitía la posibilidad de adelantar estudios superiores.
Monseñor Bermúdez quería dividir su Seminario: en un lugar dejar los niños del Menor y en otro lugar los jóvenes del Mayor. Para esto, en 1874, ofreció a los formadores, el antiguo convento de san Camilo. (cf Carlos Albeiro Velásquez Bravo cm y otros, Historia de la Provincia Vicentina de Colombia, Bogotá, 2013, p 47).
En 1875, con la aprobación del P. Superior General, se separan el Seminario Menor y el Seminario Mayor. El primero continuó en los mismos claustros, contiguos al templo de san José, y el segundo en el edificio de San Camilo que tuvo que ser reparado y ampliado poco a poco hasta que los mayoristas ocuparon definitivamente su nueva sede. Esto favoreció el aumento de las vocaciones. En los dos primeros años los del Mayor eran 32 y los del Menor 120. Monseñor Bermúdez estaba maravillado de los resultados obtenidos en esta nueva etapa del Seminario, no solo por los informes que recibía sino porque lo constataba personalmente. Además, no cesaba de elogiar el trabajo realizado en cinco años por los padres vicentinos y la calidad de la formación impartida a los nuevos sacerdotes (cf Carlos Albeiro Velásquez Bravo cm y otros, Historia de la Provincia Vicentina de Colombia, Bogotá, 2013, p 50).
-En 1877, durante el gobierno de César Conto, son expulsados el Obispo y los Padres de Seminario junto con otros eclesiásticos. El Seminario se cierra temporalmente hasta que en 1880 se permite el regreso del Obispo Carlos Bermúdez y los padres Vicentinos del destierro, y se decide reabrir el Seminario.
-En febrero de 1881 se da la reapertura del Seminario, unidos Menor y Mayor en el edificio antiguo y nuevamente es puesto bajo la dirección de la Congregación de la Misión o Padres Vicentinos. Rector el padre Gustavo Foing hasta 1889. Luego lo sucedió en este oficio el P. Juan Bautista Malezieux de 1889 a 1894.
En 1894, cada Seminario tenía su propia dirección y formaba una casa aparte. El Seminario Mayor nuevamente pasa a san Camilo bajo la dirección del P. León Vicente Bouveret y el P. Malesieux queda a la cabeza del Menor hasta 1899.
Desde 1881 hasta 1972, el Seminario funcionó sin contratiempos, solo con la interrupción temporal a causa de la guerra de los mil días. Según los datos de la reseña “Historia de la Provincia Vicentina en Colombia”, conocemos los nombres de los rectores entre 1901 y 1935, así: José Pron (1897-1900); Claudio Lafay (1900-1901); Guillermo Rojas (1901-1904); Juan Francisco Stappers (1905-1910); Juan Luiz Bozec (1917), José María Guerrero (1917-1924), Enrique Fourcans (1926-1929), Claudio Merle (1929-1939). (cf Carlos Albeiro Velásquez Bravo cm y otros, Historia de la Provincia Vicentina de Colombia, Bogotá, 2013, p 52).
En 1935, siendo arzobispo Monseñor Crespo, por la estrechez del edificio de san Camilo para los dos Seminarios, el Seminario Mayor es trasladado a la Hacienda Campamento, (donde se encuentra actualmente) a la orilla del río Cauca, que entonces distaba unos tres kilómetros del casco urbano donde se adaptó la construcción que existía para acondicionar allí salones, aulas y celdas para el grupo de mayoristas, se reparó y se dotó de Capilla. La obra fue dirigida por el padre Mahtías Job, por lo que le llamó el “edificio Job”. En ese tiempo, el Seminario, bajo la dirección de los padres: Claudio Marle, Justo Pastor Buitrago y el mencionado Mathias Job ve incrementar notablemente el número de sus estudiantes llegando también los de Pasto, Cali y Garzón, diócesis sufragáneas de Popayán.
-En 1939, el Reverendo padre Enrique Fourcans, rector de ambos Seminarios, inicia la construcción en Campamento, de un moderno edificio, acorde con las exigencias de los tiempos y en el que puedan funcionar los dos Seminarios: inclusive se tenía la intención que llegara a ser un Seminario Provincial o sea para Popayán y sus diócesis sufragáneas. La obra se agilizó y en el lapso de un año se terminó la construcción de modo que ya los mayoristas pudieron tener su celda individual, y es el edificio que en su estructura principal perdura hasta hoy.
-El 7 de noviembre de 1940 muere en Palmira Mons. Crespo y después de una larga sede vacante, lo sucede en 1942, Mons. Juan Manuel González Arbeláez, entonces coadjutor en Bogotá. Llegado a la sede de Popayán el Arzobispo González Arbeláez tomó posesión y de inmediato resolvió abrir un Colegio, con internado, en la sede del Seminario Menor, en Campamento, lo que obligó al traslado de este a la sede en construcción, sin que el local estuviera totalmente adecuado para recibir nos solo estudiantes sino todos sus enseres, lo que generó incomodidad por largo tiempo. El Seminario fue trasladado al sector de Campamento y allí empezó a construirse el actual local que adelantó en gran parte Monseñor Diego María Gómez quien sucedió a Mons. Crespo en esta sede arzobispal. El claustro de San José fue destinado a la fundación del Colegio de Nuestra Señora del Pilar cuyo primer rector fue el padre Miguel Ángel Arce Vivas.
– En 1944 se reorganiza el Seminario dándole carácter completamente eclesiástico, formando allí a los futuros sacerdotes para la Iglesia arquidiocesana de Popayán y de otras iglesias particulares. Se designa a San José como patrono del Seminario y en recuerdo del Claustro del mismo nombre donde tuvo lugar la formación sacerdotal durante 300 años, con sus intervalos.
-En el año 1952, por muto acuerdo del Excelentísimo Señor Diego María Gómez y los padres Vicentinos, se cierra el Colegio Nuestra Señor del Pilar.
-En el mes de julio de 1963, la Asociación de Exalumnas del Seminario acuerdan fundar el Real Colegio San Francisco de Asís, para lo cual la Arquidiócesis les arrienda el viejo edificio del Seminario. El 4 de octubre del mismo año inició labores y el 30 de noviembre de 1963, por Resolución 587, el Departamento le concedió Personería Jurídica.
-En 1970, el Seminario Menor que funciona en Campamento, deja de existir como tal y se convierte en el Colegio Seminario Menor con alumnos internos y externos, ciertamente en escaso número. Los pocos estudiantes de cursos superiores son enviados a terminar sus estudios de bachillerato al Real Colegio San Francisco de Asís, dirigido también por los padres vicentinos.
– En 1971, con la crisis vocacional del post Concilio Vaticano II, y por convenio de los Señores Obispo, el Seminario Mayor de Popayán se dejó como centro de estudios filosóficos y el de Ibagué (Tolima) como centro de estudios teológicos de las Provincias Eclesiásticas de Ibagué y Popayán lo que se facilitaba dado que los dos seminarios estaban a cargo de los Padres Vicentinos; en estos dos seminarios se concentraron los pocos estudiantes que iban quedando diezmados en sus propias diócesis.
-En 1972, se cierra también el Colegio Seminario Menor de Popayán.
-Sin embargo, en el año 1973 y debido a la continuada crisis vocacional, debió cerrarse definitivamente también el Seminario Mayor de Popayán en su sección de Filosofía y los seminaristas mayores que quedaban enviados al Seminario de Bogotá, y posteriormente a los Seminarios Mayores de Garzón e Ibagué; los padres vicentinos, sin embargo, continuaron su presencia en Popayán, en el mismo edificio del Seminario, con un intenso trabajo de pastoral juvenil
– En 1979 Monseñor Samuel Silverio Buitrago, mediante decreto N° 167 de 1° de septiembre, reabre el Seminario Menor como Colegio de Bachillerato confiando su dirección a los Hermanos del Sagrado Corazón, posicionando positivamente este centro educativo sobre la base de principios sólidos humanos y cristianos para la formación académica y cristiana de los jóvenes.
– En 1981 se reabre también el Seminario Mayor en su sección de Filosofía, cuando ya se había superado en parte la crisis vocacional del postconcilio: los Padres Vicentinos continuaron con su dirección, siendo el padre David Sarmiento su primer rector en esta nueva etapa. Los seminaristas que estaban en otros seminarios fueron regresando para unificar un solo proceso de formación en este Seminario. En 1984 es nombrado rector del Seminario Mayor el Padre Luis Jenaro Rojas Chaux, payanés eminente.
-En 1986 se abre el Convictorio san José, como una experiencia en la modalidad de internado solo para alumnos de los grados 9°, 10° y 11° con inquietud por la vida sacerdotal y con el ánimo de cultivarles la vocación en un ambiente más propicio: los estudios académicos los realizan en el Colegio Seminario Menor, pero tienen vida comunitaria, espiritual y pastoral en el mencionado convictorio, dirigido por un sacerdote diocesano. Terminados los estudios de educación media, ingresaban al Seminario Mayor.
-En 1990 muere de forma sorpresiva el Arzobispo Buitrago Trujillo y es nombrado Administrador Apostólico, Monseñor Pedro Rubiano Sáenz, quien era Arzobispo de Cali.
-En 1991 se reabre también la sección de Teología del Seminario Mayor: el Seminario queda nuevamente completo en sus dos secciones y aumenta considerablemente el número de sus alumnos.
-Con la llegada de Mons. Alberto Giraldo Jaramillo a la sede Arzobispal, en este año, el Seminario Mayor y en general, la promoción del clero de la Arquidiócesis, adquieren gran impulso. Varios sacerdotes son enviados a prepararse en Universidades del país y de Europa, y empiezan a prestar su colaboración como profesores externos y formadores internos en el Seminario.
-En 1992 es nombrado como rector el Padre Miguel Alfonso Mesa Plazas c.m. quien prestó sus servicios por dos años en la rectoría.
-En 1994, asume la rectoría el padre Álvaro Juan Quevedo Patarroco c.m., quien ya había estado antes en Popayán en otros trabajos pastorales, y es recordado como el gran maestro dela Liturgia y la Catequesis.
-En 1997, toma posesión de la sede Arzobispal el nuevo Pastor, Mons. Iván Marín López como Arzobispo de Popayán, ordenado y posesionado el 6 de junio.
-Entre los años 1997-1998, se llega al grupo más numeroso de estudiantes que haya tenido el Seminario Mayor en toda su historia: 67 en total, de los cuales 39 cursan el ciclo Filosófico y 28 el Teológico, de los cuales 11 en cuarto de Teología. Pero es también el año en que se enfrenta el mayor déficit económico.
–En el año 2001, al finalizar el contrato que existía con los Hermanos Corazonistas, y ya siendo Arzobispo Monseñor Iván Marín López la dirección del Colegio Seminario Menor, fue asumida por los sacerdotes diocesanos en cabeza del Padre Jorge Ignacio Beltrán Vidal. Hasta hoy, el colegio Seminario Menor sigue dirigido por sacerdotes diocesanos y posicionado en los primeros lugares de la excelencia educativa a nivel local, departamental y nacional.
-En el año 2002, asume la rectoría del Seminario Mayor el Padre Roberto Gómez c.m. pero debe dejar intempestivamente la rectoría por quebrantos de salud.
-En 2004, el 11 de mayo, asume nuevamente la rectoría el padre Miguel Alfonso Meza Plazas c.m. quien ya había sido rector, pero solo duró unos pocos días en este servicio pues murió de forma repentina el 5 de junio del mismo año.
-El 7 de agosto del mismo año llega como rector el Padre Diego Luis Vásquez c.m. primero interinamente y después en propiedad.
-En 2010, en el tiempo de una nueva renovación del contrato, de común acuerdo con los padres vicentinos, el Señor Arzobispo confía a los sacerdotes de la Arquidiócesis de Popayán la dirección del Seminario Mayor designando al padre Jorge Ignacio Beltrán Vidal como primer Rector de esta nueva etapa. Los Padres Vicentinos continúan apoyando el trabajo de formación de los futuros sacerdotes de esta Iglesia particular a través de la presencia de tres padres formadores. Completan el equipo de formación cuatro sacerdotes más de la Arquidiócesis para un total de siete formadores.
– Desde la llegada de Mons. Iván Marín López en el año 1997, la preocupación por el Seminario ha sido constante. El cuidado en la obra de formación de los futuros pastores se ha realizado siempre bajo las normas y orientaciones de la Iglesia universal y latinoamericana y los lineamientos pastorales de la Iglesia arquidiocesana. La dedicación ha sido total a la formación de “santos y sabios pastores” según el corazón de Jesucristo Sacerdote y Pastor, comprometidos de manera integral en un proceso evangelizador desde la iniciación cristiana, el discipulado y la plena configuración con Cristo, con una cuidadosa y exigente formación académica que prepare a los futuros pastores a dar razones de su fé, con un exigente compromiso misionero y en respuesta a los requerimientos de una sociedad cada vez más necesitada de auténticos guías y pastores.
El Seminario ha abierto también sus puertas a la formación de algunos religiosos, y ha buscado el reconocimiento a sus estudios desde las universidades católicas. Además, el equipo de los sacerdotes tanto vicentinos como diocesanos y sacerdotes profesores externos se han especializado en importantes Universidades del país y del exterior.
El interés por la obra del Seminario como corazón de la Arquidiócesis, se ha visto reflejado en la preocupación por el mejoramiento de sus instalaciones para hacer más favorable el ambiente formativo. En el último decenio se ha restaurado la cubierta, los pisos, todo el sistema eléctrico, el sistema hidráulico, el servicio de Internet, se ha fortalecido la biblioteca y se ha creado una “biblioteca anexa” con la mejor colección de libros antiguos que superan los cinco mil ejemplares. Pero por, sobre todo, el Seminario ha sido dotado de una bella Capilla y se ha restaurado el edificio antiguo que sirve como casa para el Año Propedéutico.
Finalmente digamos que, durante estos últimos años después de su reapertura, más de 85 nuevos presbíteros han sido alumnos del Seminario y se han ordenado para el servicio de la Iglesia Arquidiocesana, dando un rostro rejuvenecido al clero de la esta iglesia particular.
Ha sido tan reconocido tan reconocido y valorado nuestro Seminario por los obispos de la provincia Eclesiástica que aquí han enviado sus seminaristas para que se formen como buenos pastores, el Vicariato de Tierradentro y últimamente las diócesis de Tumaco y Mocoa-Sibundoy.
Y la historia se sigue construyendo con el apoyo de todos, fieles laicos, sacerdotes de la Arquidiócesis, equipo de formadores y la sabia dirección de nuestro pastor, el Señor Arzobispo.
Textos consultados:
- Arboleda, Gustavo (1962). Diccionario Biográfico y Genealógico del Antiguo Departamento del Cauca. Bogotá: Guadalupe.
- Bueno y Quijano, Manuel Antonio, Historia de la Diócesis de Popayán, Bogotá, ABC, 1945,
- Velásquez Bravo Carlos Albeiro cm y otros, Historia de la Provincia Vicentina de Colombia, Bogotá, 2013.
- Naranjo José Gabriel c.m., Apuntes para una Historia de la Congregación de la Misión en Colombia, Bogotá, 1985.
- Ortiz Toro, Raúl Popayán: religión, arte y cultura, (2014),
- Sáenz Vargas Pedro, c.m. Historia del Real Colegio Seminario de San Francisco de Asís de Popayán, ABC, Bogotá. 1945.
Síntesis preparada por: P. Jorge I. Beltrán Vidal con la colaboración de los padres Raúl Ortiz, y Libardo Emiro Bermeo V.