
Categoría: Arzobispo


Gracias Papa Francisco, un pastor cercano que tocó nuestros corazones
Gracias Papa Francisco, un pastor cercano que tocó nuestros corazones

En el jubileo de la esperanza y al inicio del tiempo pascual, La Arquidiócesis de Popayán, recuerda con gratitud al Papa Francisco quien con su servicio cotidiano se entregó a la iglesia, a las tragedias del mundo, a las familias, a los jóvenes, a los presos, a los niños, y, especialmente a la tierra, “al cuidado de la casa común”. Buscó el encuentro con todos. Invitó a soñar en grande, a salir las periferias y a amar con sentido. Sus palabras son inspiradoras, pero más su testimonio de sencillez y profundidad con sus reflexiones. Cordial, atento, espontáneo y siempre con una sonrisa.
Gracias por su visita, por todas sus expresiones de afecto para que con los colombianos, por su respeto y conmovedor entusiasmo incluso en las largas jornadas, por poner todos los medios para posibles para lograr una paz justa, honrosa y duradera.
Seguiremos por ese camino que nos mostró: el de la fe, el amor, la alegría y la esperanza.
Monseñor Omar Alberto Sánchez Cubillos, Arzobispo de Popayán.

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COMUNICADO A LA OPINION
Comunicado a la Opinión Pública

Frente a la desinformación generada en relación con el bien inmueble de propiedad de la Iglesia Católica, donde funciona la sede de la Institución Educativa Santa Teresita del Corregimiento de Tunía, municipio de Piendamó, la arquidiócesis de Popayán informa a la opinión pública en general y, en particular, a la comunidad del corregimiento de Tunía que:
La arquidiócesis de Popayán ha facilitado durante más de dos décadas, el uso de este bien inmueble al departamento del Cauca para que funcione como sede educativa, priorizando el bienestar de la comunidad.
A pesar de ser legítima propietaria del predio, la Arquidiócesis ha postergado importantes proyectos pastorales con el fin de permitir el funcionamiento del colegio en el inmueble. Esto en coherencia con la defensa del derecho fundamental a la educación, consagrado en los artículos 44 y 67 de la Constitución Política de Colombia.
Conforme con el ordenamiento jurídico colombiano, corresponde al Estado y, en este caso particular, al Departamento del Cauca garantizar el derecho a una educación de calidad y en condiciones de seguridad.
La Arquidiócesis rechaza categóricamente los señalamientos que acusan a la Iglesia Católica y a sus sacerdotes de obstaculizar el proceso educativo del Colegio Santa Teresita. Por el contrario, ha sido precisamente la Iglesia la que ha permitido, por años, la autorización del bien para fines educativos, incluso renunciando temporalmente a la ejecución de proyectos misionales urgentes.
Lamentablemente, han pasado los años sin que el Departamento del Cauca adopte las acciones necesarias para garantizar condiciones dignas en materia de infraestructura educativa para los estudiantes del corregimiento de Tunía.
Es preciso señalar que la administración departamental paga un valor simbólico por el uso del inmueble. Este aporte, sin embargo, no cubre los costos de adecuación ni de las urgentes mejoras que requiere la sede para brindar condiciones seguras a los estudiantes. A pesar de ello, los responsables públicos han optado por continuar utilizando el bien en condiciones de precariedad.
A finales del año 2024, la Arquidiócesis recibió un comunicado por parte de la Administración Departamental en el cual manifiestan sus decisiones de restituir el inmueble en el mes de abril de 2025. En este sentido, se está a la espera del cumplimiento de dicha decisión.
La comunidad de Tunía tiene pleno derecho a conocer el presunto asignado del sector educativo por parte del Departamento del Cauca, así como vigilar su correcta ejecución, especialmente ante problemáticas estructurales como el déficit en infraestructura.
Consciente de su compromiso social, la Iglesia Católica ha contribuido, durante años a garantizar la continuidad del proceso educativo en Tunía. De cara al futuro, la Arquidiócesis de Popayán reafirma su misión pastoral y su servicio a la comunidad, siempre desde el respeto, sin atropellos y con la voluntad de contribuir al bien común.
Popayán, 14 de abril de 2025.
Fray Omar Alberto Sánchez Cubillos, Arzobispo de Popayán.

Un Signo de Esperanza en el Cauca
Un signo de Esperanza en el Cauca

Con profundo gozo espiritual, en este Jubileo de la Esperanza, damos gracias al Señor por permitirnos establecer un signo de fe, una palabra de aliento y un testimonio de esperanza en el municipio de Timbío, tan amado en el Cauca y cercano a la histórica Popayán. Timbío está llamado a ser instrumento de comunión y faro de buenas obras en medio de una región que, aunque herida por el dolor y los desafíos, conserva el anhelo de construir un futuro digno y lleno de la luz de Cristo.
La Arquidiócesis de Popayán con la donación de un terreno de dieciocho (18) hectáreas, ubicado detrás de la parroquia San Pedro Apóstol de Timbío, cumple con la misión de proteger la creación, en armonía con los principios de la ecología integral y representa el inicio de un desarrollo trascendental en términos de protección ambiental que incluye:
– Recuperación de un humedal: un espacio natural que será restaurado y protegido.
– Granja de energía limpia: un proyecto que aprovechará la energía solar y promoverá la sostenibilidad.
– Proyectos ambientales y de recreación: iniciativas que fomentarán la convivencia y el desarrollo de la esperanza en la comunidad.
Además, Monseñor Omar Alberto Sánchez Cubillos, Arzobispo de Popayán, expresó: “La donación de este terreno representa no solo un gesto de generosidad, sino también un acto profético en favor de la creación, que se alinea con la misión de custodiar el don que Dios nos ha confiado”.
“Dicha entrega fue posible gracias a la articulación entre la Alcaldía del municipio y Monseñor Omar Alberto Sánchez Cubillos, arzobispo de Popayán, quien en una amena jornada espiritual nos animó a reflexionar sobre nuestra vocación de servicio, fraternidad y compromiso”, expresó el Alcalde Alejandro Muñoz.
En el marco de la Semana Santa, esta acción adquiere un significado aún más profundo, una siembra de esperanza. Bajo el liderazgo del señor alcalde y su equipo de trabajo, prontamente se verán los frutos de este proyecto: un parque que no solo embellezca el entorno, sino que evoque con el nombre el cuidado de la creación, conforme a la visión de la Laudato Si’.
Felicitaciones al gobierno local y al Concejo por respaldar esta iniciativa, modelo de comunión eclesial y fraternidad social. Este nuevo espacio será, sin duda, un lugar de convivencia, encuentro, contemplación y servicio al bien común.









Mensaje Pastoral Semana Santa 2025 Monseñor Omar Alberto Sánchez Cubillos
Mensaje Pastoral Semana Santa 2025 Monseñor Omar Alberto Sánchez Cubillos, Arzobispo de Popayán

El trayecto de Jericó a Jerusalén que hace el ciego Bartimeo acompañando a Jesús, es el camino que debería hacer todo creyente. Este trayecto contempla los días definitivos, los días del desenlace y el momento culminante de Jesús de Nazaret. Revivir cuanto aconteció en aquellos días y lo que significa para nosotros, sumergiéndonos a través de la liturgia de la Iglesia, en el misterio de salvación que encierra, es el sentido explícito y profundo de la Semana Santa.
El desenlace, una vez que Jesús entra a Jerusalén, es absolutamente sorprendente. Al parecer no va a quedar nada de todo lo que Jesús ha dicho y hecho. Subiendo a Jerusalén, quedan lejos aquellos primeros tiempos de Galilea cuando su palabra atraía multitudes y sus curaciones lo convertían en el centro de atención en todas partes. Al final, el éxito de Jesús de Galilea no parece que tendrá el final esperado por muchos. Las cosas han cambiado, no solo por la oposición que recibirá desde el mundo político y religioso, sino también por la respuesta pusilánime de cuantos inicialmente le seguían. Hasta los mismos discípulos no logran entender lo que está aconteciendo.
La Semana Santa recoge este colofón que define y perfecciona la misión de Jesús de Nazaret. Cuanto sucedió en aquellos días lo celebramos con especial intensidad y atención, ya no como la repetición de un hecho del pasado, sino en el código de una actualización del misterio que es obra del Espíritu en la fecundidad de la liturgia. El cristianismo no es sin más una religión, es sobre todo un acontecimiento que supone ser acogido y, por eso, celebrado en un constante presente: Dios se ha manifestado como amor extremo y con extrema cercanía; la pasión, muerte y resurrección es la cúspide de su revelación, es el máximo acontecimiento. Por tanto, solo el amor perfecto es digno de fe y por ello puede ser celebrado.
Es necesario recordar siempre que el acontecimiento fundante de nuestra fe es el hecho definitivo de la Resurrección, victoria sobre la cruz. A partir de la Resurrección todo cuanto ha acontecido hasta aquí, en el marco de la historia de la salvación, cobra un sobreabundante sentido que descifra plenamente el misterio mismo de Jesús de Nazaret. Esta es la buena noticia que llena de sentido la vocación humana y el futuro definitivo de la humanidad. Justo por esto, en los inicios de la vida cristiana, por un periodo largo de tiempo, no había otra celebración distinta que la Vigilia Pascual. En torno a ella se fue reconstruyendo en la litúrgica de la Iglesia naciente los hechos definitivos de la pasión, muerte y resurrección de Nuestro Señor Jesucristo.
A partir de esto, ante el estupor de esta afirmada fe, las procesiones entran de manera elocuente a narrar, a su modo, con un expresivo y estético lenguaje, lleno de formas y figuras, cargadas de sentido teológico -con la mágica expresión del universo estético-, hasta donde Dios ha querido ir por el rescate del hombre. Por ello, las procesiones se convierten en una expresión cargada de profunda religiosidad, sin recato en el decoro, con exquisito orden y sentido, de modo público y solemne, en la mayor actitud devocional, para dar testimonio explícito de la propia fe, en un horizonte abierto de esperanza que rompa el ritmo y el marco de lo estrictamente inmanente.
Así, se levantan las imágenes para levantar al tiempo el misterio del hombre a la luz de Cristo. La Semana Santa no es el resultado de una elemental hechura humana, cargada de ritos que afirmadamente repetimos y celebramos; nosotros no hacemos la Semana Santa, por el contrario, la Semana Santa nos hace auténtica comunidad de fe. En ella se revela y se esconde el Misterio mismo de la salvación. Y todo se hace en el rigor de una tradición que no se agota en su mística ni en su fuerza. Justo porque la tradición es la transmisión del fuego, no la adoración de las cenizas.
Popayán ha madurado con exquisita atención a través de siglos cada detalle de esta sustentada manifestación religiosa de la Semana Mayor. Tiene el honor de marcar, de modo sublime y solemne, en toda Colombia, la pauta más alta de la celebración del Misterio de la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor. Este es uno de sus grandes tesoros y el patrimonio más preciado de esta sensible y sólida comunidad de fe.
De manera similar al trayecto hacia Jerusalén emprendido por Bartimeo para seguir al Maestro, Popayán invita a todos a caminar con Cristo a través de la exquisita atención en cada detalle de esta sustentada manifestación religiosa de la Semana Mayor. La ciudad es pauta en la más alta celebración del Misterio de la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor. Este es uno de sus grandes tesoros y el patrimonio más preciado de esta sensible y sólida comunidad de fe.
Te invitamos a consultar la programación de Semana Santa 2025 de la Arquidiócesis de Popayán









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CARTA PASTORAL ¡NO NOS DEJEMOS ROBAR LA ESPERANZA!
CARTA PASTORAL ¡NO NOS DEJEMOS ROBAR LA ESPERANZA!

Los sacerdotes, diáconos, religiosos, religiosas y seminaristas de la Arquidiócesis de Popayán extendemos a nuestras comunidades de fe en el Cauca y, de modo particular, a todas las comunidades afectadas en los cientos de veredas, cascos urbanos y cabeceras municipales del amplio espacio del Cañón del Micay, un sentido y fraternal saludo frente a la difícil situación por la que hoy atraviesan. Sus vidas, sus familias y sus bienes que están abiertamente amenazados, son también nuestra propia preocupación, nuestro propio dolor y nos unimos en oración en este momento difícil y doloroso. Les manifestamos nuestra cercanía con el compromiso claro de seguir acompañándolos.
Sin duda, estamos padeciendo una crisis múltiple. Nuestro futuro está comprometido. Por tanto, nuestra esperanza está amenazada. La vida misma está amenazada. Es necesario en este momento invocar la esperanza con firmeza; solo la esperanza nos permitirá recuperar la vida y la vida es más que supervivencia. No es suficiente sobrevivir. Es el momento para la esperanza. El Papa Francisco nos dice con firme convicción: ¡no nos dejemos robar nuestra esperanza!
Desafortunadamente constatamos con dolor que estamos atrapados en un clima de miedo que mata todo germen de esperanza. El miedo crea un ambiente destructivo. El miedo ha sido desde siempre un excelente instrumento de dominio, porque vuelve a las personas dóciles. El miedo nos cierra las puertas a lo distinto, a lo nuevo, a lo que vale la pena. El miedo puede transformar una sociedad entera en una cárcel, puede ponerla en cuarentena. La esperanza, en cambio, va dejando indicadores que señalan nuevos caminos, de hecho, es la única que nos encamina; nos brinda sentido y orientación, mientras que el miedo imposibilita la marcha. El miedo nos roba el futuro.
En este drama constatamos que el grado más alto del miedo es la angustia. La angustia conlleva la sensación de aprisionamiento y encerramiento, se nos cierran todas las puertas a lo posible, a lo nuevo. Por ello, es evidente que donde hay miedo es imposible la libertad. Miedo y libertad son incompatibles justamente porque la angustia aísla a las personas, cada uno se cierra en sí mismo. Por tanto, a base de miedo no se crea comunidad, no se crea un nosotros, no se crea un sujeto colectivo. La esperanza, efectivamente, conlleva la dimensión del nosotros.
Podría parecer que en este clima de crisis e incertidumbre es imposible hablar de esperanza. Pero en realidad es cuando mejor se expresa. Es importante saber, hay que saber, que cuanto más profunda sea la desesperación y el miedo, más fuerte puede ser la esperanza. La esperanza no les da la espalda a las negatividades de la vida, siempre las tiene presentes. De hecho, la esperanza más genuina nace de la desesperación más profunda, ya que el espíritu de la esperanza supone también un trabajo consciente para avanzar en plenas tinieblas. ¡Sin tinieblas no hay hambre de luz!
San Pablo nos enseña: “Nos gloriamos de nuestras tribulaciones; pues sabemos que sufriendo ganamos aguante, aguantando nos aprueban, aprobados esperamos. La esperanza no defrauda” (Rm 5,3-5)
Sin embargo, tenemos una tarea: la esperanza hay que sembrarla para que nazca. Hay que suscitarla y concitarla expresamente. Y nuestra fe en Cristo, victoria sobre la muerte, el pecado y el mal, es la antena que atrae la corriente de la esperanza. Es nuestra garantía de éxito. La esperanza activa tiene que caracterizarse por el entusiasmo, que enfrente y supere todo signo de resignación, aunque suponga un riesgo. Se necesitan hoy en nuestros territorios misioneros de la esperanza propagar la esperanza, transmitir esta llama, avivarla para que prenda comunitariamente una idea de futuro común. Sólo en la esperanza de un mundo distinto y mejor despierta un potencial revolucionario que todo lo puede cambiar en la perspectiva del amor y del bien común. ¡no nos dejemos robar nuestro futuro!
Por eso hoy, con urgencia, necesitamos como personas y comunidades de fe, atrevernos a liderar una fuerte y clara corriente de esperanza, con tal dinamismo, que empiece a afrontar este clima de miedo e incertidumbre.
Entendamos que, puesta en marcha esta corriente, este dinamismo, lo comunitario reverdece, porque la esperanza no aísla a las personas, sino que las vincula y reconcilia, hasta que podamos recitar un nosotros. El sujeto de la esperanza es un nosotros. Y solo así, podremos juntos creer en el futuro, donde es posible lo nuevo, lo distinto para salir de la lógica de lo igual, del como siempre ha sido. ¡no nos dejemos robar el futuro del Cauca!
En este año 2025 del Jubileo de la Esperanza, movilicémonos a nuestros lugares de peregrinación para ganar la indulgencia plenaria, que nos otorga con alegría un verdadero nuevo comienzo que nos dé la fuerza para ser ministros misioneros de la Esperanza en nuestro Cauca.
Monseñor. Omar Alberto Sánchez Cubillos , Arzobispo de Popayán.
Descarga la Carta Pastoral Aquí

Así avanzan las gestiones para la intervención en la Torre del Reloj

Así avanzan las gestiones para la intervención en la Torre del Reloj
En respuesta a este incidente que sufrió la Torre del Reloj un desprendimiento parcial de su alero noroccidente, el pasado 13 de septiembre de 2024, la Arquidiócesis de Popayán, como poseedora del inmueble, inició las gestiones necesarias ante el Ministerio de Cultura y las autoridades locales definieron las acciones necesarias con el fin de proteger y preservar este símbolo de la historia de Popayán.
Monseñor Fray Omar Alberto Sánchez Cubillos O.P, en calidad de arzobispo de Popayán, indicó “Como resultado de estas gestiones el Ministerio de Cultura emitió el concepto técnico que autoriza la realización de una intervención de primeros auxilios en la Torre del Reloj (…) Con la Gobernación y la Alcaldía tomamos la decisión, pensando un poco en lo que significa la reconstrucción y las obras concretas que hay que hacer sobre la torre, de esperar para que, una vez celebrada la Semana Santa, a partir de esa semana de Pascua, inicien las obras de reconstrucción”.
Esta intervención inicial la está asumiendo la Arquidiócesis de Popayán y se busca garantizar la seguridad de la estructura y prevenir mayores deterioros mientras se avanzan los estudios y planes para su restauración integral. Sin embargo, durante los diagnósticos realizados en la torre, para los primeros auxilios se evidenció un deterioro significativo producto del paso del tiempo, lo que ha llevado a la necesidad de una restauración integral de la edificación. Este proceso no sólo implica nuevas autorizaciones y trámites ante el Ministerio de Cultura, sino también la gestión de los recursos necesarios para cumplir con cada uno de los requisitos técnicos y normativos que este tipo de intervenciones exigen.
“Tenemos toda la voluntad de hacer las gestiones necesarias, porque entendemos que la recuperación de este bien no es posible si no nos juntamos todas las autoridades, las entidades y los liderazgos en nuestro departamento del Cauca” expreso el Gobernador del Cauca, Jorge Octavio Guzmán.
La Torre del Reloj no solo es un monumento de valor arquitectónico e histórico, sino un testigo de nuestra identidad como ciudad. Su conservación es una responsabilidad compartida que nos invita a la unión y al compromiso.
La Secretaría de Planeación – Alcaldía de Popayán Yasmín Hurtado Ordóñez, manifestó “Desde la Administración Municipal y por instrucción del señor alcalde, estaremos haciendo el acompañamiento, pero también buscando estrategias para esa intervención y hacer una restauración total (…) y que este bien de interés cultural se mantenga con nuestra identidad”.
Hacemos un llamado especial a quienes deseen contribuir con este propósito a sumarse a esta causa mediante apoyo técnico, académico o financiero para más información sobre cómo participar en esta iniciativa puede comunicarse con la Arquidiócesis de Popayán.
Sigamos construyendo juntos la historia y el futuro de Popayán.
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- VIDEO- TORRE DEL RELOJ 2025_05_2025 (118 MB)

Más de 600 personas se preparan para la misión arquidiocesana en el departamento del Cauca

Más de 600 personas se preparan para la misión arquidiocesana en el departamento del Cauca
La próxima semana del 28 de julio hasta el 4 de agosto, se vivirá en el departamento del Cauca la misión arquidiocesana que se desarrollará en seis municipios de las vicarías norte, centro y sur, bajo el lema: “Con Jesús y con María, el Cauca tiene vida”. La cual será realizada por laicos comprometidos de distintos grupos apostólicos de las 92 parroquias de la arquidiócesis de Popayán.
Monseñor Omar Alberto Sánchez Cubillos, Arzobispo de Popayán, indicó “Tenemos un equipo misionero, todos los sacerdotes, religiosos y laicos que han querido vincularse. Es necesario vencer el miedo en tiempos de crisis, en tiempos de dificultad, como los que vivimos en el Cauca. Por supuesto la misión tiene mayor pertinencia; es en la crisis donde más cabe elevar la mirada al cielo, abrir el oído a la palabra de Dios para descubrirnos en esperanza”.
Los misioneros llegarán a cada hogar con un mensaje especial de Jesucristo vive en tu corazón y se tendrán asambleas comunitarias o familiares con cuatro encuentros: el primer encuentro: Todo lo ha hecho bien; el segundo encuentro: El Espíritu que se nos ha dado es Paz y Reconciliación; el tercer encuentro: La luz de la Fe da sentido a mi Vida y el cuarto encuentro: El Señor nos regala una casa y una familia. Con esta guía lo que se quiere es que cada persona, familias, comunidades renueven su fe con la Palabra de Dios.
Aquí te contamos donde se desarrollará la misión: en la Vicaría norte será en la parroquia San Lorenzo de Caldono; en la Vicaría centro se desarrollará en: la parroquia San Antonio de Padua de Totoró y en Popayán en la parroquia Amo Jesús de Yanaconas y la Capilla de pueblillo de Yanaconas y finalmente en la Vicaría sur en las parroquias: San Luis de Almaguer, Nuestra Señora del Rosario – El Rosal San Sebastián y Nuestra de los Dolores de Florencia.
“(…) Los quiero invitar para que nos juntemos, para que abramos las puertas de las casas, la del corazón, las de las comunidades donde los misioneros y misioneras acudirán con gran amor y con gran vocación de entregar esta buena noticia. (…) Son bienvenidos a la misión, sintámonos felices por ser visitados con un anunció que habla del amor de Dios” agregó, Omar Alberto Sánchez Cubillos, Arzobispo de Popayán.
La semana de la misión arquidiocesana busca llegar a las veredas y las comunidades donde los misioneros de diferentes parroquias realizarán un trabajo de evangelización.
Cabe resaltar que en cada parroquia de la Arquidiócesis habrá un grupo muy importante de misioneros que estarán en constante oración durante todos los días de la misión; además invitamos a todos los feligreses a realizar en familia la oración por la misión arquidioces

ORACIÓN POR LA MISIÓN ARQUIDIOCESANA
Dios. Padre nuestro, que quieres que todos
los hombres se salven y lleguen al
conocimiento de la Verdad; envía tu
Espíritu Santo a nuestro Cauca, herido por
Las guerras y divisiones, y despierta en
nosotros el ardor misionero, para que
acojamos con prontitud el llamado de tu
Iglesia a evangelizar.
Que tu gracia, Señor, acompañe a nuestra
Arquidiócesis en este tiempo de misión;
renueva en nosotros el deseo de
reconciliación y de paz, de esperanza, y
caridad, para que podamos formar
comunidades más unidas, evangelizadas y
evangelizadoras; y como María, estrella de
la Evangelización, respondamos con
generosidad al llamado de tu hijo.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
Con Jesús y con María,
El Cauca tiene Vida.
MANUAL DEL MISIONERO
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- mision 2024 (97 MB)