Saludo a La Arquidiócesis De Popayán

Saludo a La Arquidiócesis De Popayán

Mons. Iván Antonio Marín López
Administrador Apostólico de Popayán.
(11 de junio de 2020)

Me dirijo a todos los caucanos miembros de nuestra Iglesia Arquidiocesana de Popayán y a los hombres y mujeres de buena voluntad. A todos paz y bendiciones del Señor.

Desde este privilegiado Santuario de Belén no he dejado de orar y pedir a Dios y a la Virgen María por ustedes y con mayor insistencia en este tiempo de dificultades debido a la pandemia del Covid-19 que a todos nos ha obligado a privarnos de los encuentros y reuniones. Nos hemos unido esta mañana en la oración acompañando a Mons. Luis José Rueda Aparicio en la toma de posesión de la sede primada de Bogotá, agradeciéndole su generoso servicio en Popayán y augurándole bendiciones en el nuevo campo de misión recibido.

Quiero expresarles mi agradecimiento por todos los mensajes de saludo y congratulación que me han dirigido con motivo del nombramiento como ADMINISTRADOR APOSTÓLICO de la Arquidiócesis de Popayán que acabo de recibir del Papa Francisco a quien ya escribí aceptando y pidiendo sus bendiciones para todos ustedes. Les hago llegar mi saludo y fraterna cercanía de Pastor, máxime ahora cuando hay preocupación por múltiples aspectos de la vida, la salud, La economía, la seguridad.

Escuchemos todos las estimulantes palabras de Cristo dirigidas a los apóstoles « Duc in altum (Lc 5,4) “remen mar adentro”, no tengan miedo   “yo estoy siempre con ustedes”; este debe ser el motor que nos mueva, a pesar de nuestras debilidades. Es la fuerza del amor que nos comunica el Espíritu para vivir con pasión la tarea que cada uno ha recibido. Vivir y anunciar el evangelio con los mismos sentimientos de Cristo permite a las personas y a las comunidades “entrar en una nueva dimensión donde la misericordia y el amor, incluso para con el enemigo, dan fe de la victoria de la Cruz sobre toda debilidad y miseria humana.” (Cfr. Benedicto XVI).

Hombres y mujeres trabajadores de la empresa, de la política, del gobierno, de los medios de comunicación, de las diversas organizaciones sociales; Todos los días pedimos por mediación de la Madre de Dios: “… ilumina las mentes de los hombres y mujeres de ciencia, para que encuentren las soluciones adecuadas y se venza este virus. Asiste a los líderes de las naciones, para que actúen con sabiduría, diligencia y generosidad, socorriendo a los que carecen de lo necesario para vivir, planificando soluciones sociales y económicas de largo alcance y con un espíritu de solidaridad.Madre amantísima, acrecienta en el mundo el sentido de pertenencia a una única y gran familia, tomando conciencia del vínculo que nos une a todos, para que, con un espíritu fraterno y solidario, salgamos en ayuda de las numerosas formas de pobreza y situaciones de miseria. Anima la firmeza en la fe, la perseverancia en el servicio y la constancia en la oración.”

 Queridos sacerdotes, ustedes generosamente han asumido el ministerio sacerdotal con mucho amor, identificándose con Cristo servidor, sal, luz, pastor generoso que se sacrifica por el rebaño. El amor a Dios les ayude a reanimar el don recibido por la “imposición de las manos”, el Espíritu Santo los ilumine y ponga en sus labios y en su corazón las palabras y los gestos para manifestar la presencia de Cristo en sus vidas y ministerio, en sus parroquias y campos de trabajo pastoral.

Diáconos Permanentes tomados por Dios para hacerlos servidores y misericordiosos con los más necesitados, el amor de Cristo nos apremia.

Queridas religiosas, con su consagración, oración y testimonio de servicio son como la levadura de la que habla el Señor.

Jóvenes, el Señor los llama y cuenta con ustedes para fortalecer la vida y la esperanza en las familias y en las comunidades, para aumentar las vocaciones de los que deciden consagrarse por entero en la vida religiosa, sacerdotal o matrimonial. Todos tenemos una misma madre que amamos porque Cristo nos la asignó, María Santísima, Madre de la Iglesia y Reina de todos los hogares caucanos, junto con los apóstoles supo esperar el bello amanecer de la resurrección, intercede por nosotros. Me comprometo a orar por todos y también cuento con sus oraciones por este su servidor en Cristo.

Mons. Iván Antonio MARIN LOPEZ

Administrador Apostólico de Popayán.

(11 de junio de 2020)