En la solemnidad de los Apóstoles Pedro y Pablo  oremos por el Papa Francisco: “La realidad nos desafía y la caridad nos une”

En la solemnidad de los Apóstoles Pedro y Pablo oremos por el Papa Francisco: “La realidad nos desafía y la caridad nos une”

Con el lema “La realidad nos desafía y la caridad nos une“, el martes 29 de junio, en la solemnidad de los santos Pedro y Pablo, la Iglesia Católica en Colombia inicia la campaña del “Óbolo de San Pedro”, que se extenderá hasta el domingo 4 de julio.

Serán seis días de intensa oración por la salud y las intenciones del Santo Padre quien, como pastor, también necesita el amor, la cercanía y el apoyo de sus ovejas.

Esta iniciativa, que se anima cada año desde la Nunciatura Apostólica en Colombia, busca de manera especial “mantener vivo en el pueblo colombiano el afecto hacia el Santo Padre; fortalecer la unión con él, especialmente en estos momentos de dificultad que afrontamos a nivel mundial, y motivar, en la medida de las posibilidades de cada uno, la ayuda a sus obras de caridad“, explica monseñor Elkin Fernando Álvarez Botero, obispo de Santa Rosa de Osos y secretario general de la Conferencia Episcopal de Colombia.

Con la campaña se quiere lograr la unión nacional de todos los católicos y personas de buena voluntad, para orar por el Papa Francisco. Asimismo, a través de ofrendas voluntarias, colaborar con las obras de caridad que el Pontífice anima desde la Curia Romana, en favor de los más necesitados.

La campaña deja abierta la posibilidad para quienes, además de orar por el Papa, quieran también ofrendar para el sostenimiento de las obras que lidera o apoya el Santo Padre, gesto generoso que se podrá hacer entre el martes 29 de junio y el domingo 4 de julio”, anota monseñor Álvarez Botero.

Se trata, entonces, de un donativo con la profundidad del amor y la dimensión de la esperanza, conscientes de que sea poco o mucho lo que se ofrende, no importa, porque ya el solo hecho de donar es motivo de alegría.

Los fieles de la Arquidiócesis de Popayán como en años anteriores entregan la ofrenda en sus parroquias, templos, Catedral Basílica Nuestra Señora de la Asunción. Dios bendice al que da con alegría.