En el Día del Maestro, la Arquidiócesis de Popayán invita a los docentes a fomentar la paz y la reconciliación desde las aulas de clases

En el Día del Maestro, la Arquidiócesis de Popayán invita a los docentes a fomentar la paz y la reconciliación desde las aulas de clases

Es importante tener en cuenta que esta celebración adquiere un significado religioso especial, ya que después de que el Papa Pío XII nombrara a San Juan Bautista de La Salle como patrono de los educadores en 1950, la Presidencia de la República declaró el 15 de mayo como el Día del Maestro en nuestro país.

La Arquidiócesis de Popayán se une a la celebración del Día del Docente, honrando a todos aquellos hombres y mujeres que dedican su vida a la educación y formación de las generaciones presentes y futuras.

La Iglesia reconoce la labor invaluable de los docentes, que son los cimientos de la sociedad y quienes tienen la importante tarea de formar ciudadanos conscientes, críticos y comprometidos con la construcción de un mundo más justo y solidario.

En su mensaje para esta ocasión, el presbítero Efraín Eduardo Cerón, delegado de la Pastoral Educativa destacó la importancia de la educación en la formación de las personas y en la construcción de un mundo pacífico y con disposición de la reconciliación.

“El Papa nos invita para que en las aulas de clases se impartan experiencias del mismo Jesús, desde las virtudes, para que hagamos nuevos hombres, nuevos constructores de paz, para que a las generaciones futuras les llamen la atención la humanidad, las formas de vida que nos llevan a realizarnos como seres humanos”.

En este sentido, la Iglesia Católica reafirma su compromiso con la educación como un instrumento fundamental para la promoción del bien común. La educación, según el pensamiento cristiano, debe estar al servicio de la verdad, la justicia y la solidaridad, y debe ser un medio para la formación de personas íntegras, capaces de comprometerse con la construcción de una sociedad más justa, pacífica y fraterna.

En este Día del Docente, la Iglesia invita a todos los educadores a renovar su compromiso con la educación y a seguir trabajando con dedicación y pasión en la formación de las nuevas generaciones.