Durante las últimas semanas del mes de agosto y la primera semana del mes de septiembre del presente año las Hermanas Betlemitas y la Asociación de Laicos Betlemitas oramos y trabajamos por la Canonización de la Beata Madre María Encarnación Rosal en la Arquidiócesis de Popayán
Por petición del Santo Padre Francisco, estamos dando a conocer al pueblo de Dios,
su vida y su testimonio de Santidad, proponiéndola a la vez, como intercesora ante
Dios, para alcanzar beneficios de orden físico y espiritual, ante las urgentes
necesidades que nos aquejan. Estas fueron algunas de las parroquias visitadas
Querida comunidad de Popayán,
Hoy queremos expresar nuestra profunda gratitud y alegría por participación de la visita de la Reliquia de la Madre, María Encarnación Rosal.
Queremos agradecer de corazón a todos los Párrocos, Laicos y a cada persona que se unió a nosotros en esta experiencia única. Su presencia y devoción hicieron que este acontecimiento fuera aún más significativo.
La Madre Encarnación, con su vida dedicada al servicio y su amor por Dios, sigue siendo un faro de inspiración para todos nosotros. Su visita nos ha recordado la importancia de seguir sus pasos, viviendo con amor y compromiso en nuestra comunidad.
Aprovechemos este momento para renovar nuestro compromiso con Dios y con nuestra comunidad. Sigamos trabajando juntos, inspirados por la Madre Encarnación, para construir un mundo lleno de amor, compasión y solidaridad.
¡Gracias a todos por ser parte de este hermoso día!
LA ORDEN BETHLEMITA fue fundada por el Santo Hno. Pedro de San José Betancur, en Guatemala en 1658. Desde entonces está presente la RAMA FEMENINA, REVITALIZADA Y FORTALECIDA en el carisma de su Fundador, por MARÍA ENCARNACIÓN ROSAL, logrando aprobación como Instituto Religioso en la Iglesia, por el Papa León XIII en 1891, quien al entregar las Constituciones aprobadas dijo:
“OS LLAMAREIS BETHLEMITAS, HIJAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS”
SU FORTALEZA Y ESPÍRITU AUDAZ, con el ánimo de hacer en toda la voluntad de Dios, la llevan a transformar las dificultades en nuevas oportunidades, con su confianza puesta en Dios y fiel a su compromiso de AMOR Y DE REPARACIÓN AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, fortalecida siempre en LA ORACIÓN, LA PALABRA DE DIOS, LA EUCARISTÍA Y LA CARIDAD FRATERNA